En Barcelona, durante el mes de Abril, hemos podido disfrutar de una campaña publicitaria, Qüestions, donde se reflexiona sobre el papel de la cultura a través de sencillas preguntas. Su autor, Alfredo Jaar, artista chileno afincado en Nueva York, nos ha dejado reflexiones del tipo: ¿la cultura es necesaria?, ¿nos hemos olvidado de la cultura?, ¿el arte es política?, o, ¿el intelectual es inútil? Según su autor, "en tiempo de crisis se olvida la importancia de la cultura y cómo cambia nuestras vidas. La cultura crea modelos de pensamiento. Obama será un cambio fundamental, pero fue la cultura la que inventó a Obama ¿Cuántas películas y libros ya habían tenido un presidente negro?"
Yo le hago otra reflexión al señor Alfredo Jaar: ¿sólo en tiempos de crisis nos hemos olvidado de la cultura, o, por el contrario, la cultura ha sido maltratada y utilizada en numerosas ocasiones de balance económico positivo? Cuando ya está prácticamente todo inventado, la practicidad y la estética pasan siempre a un segundo plano. Se premian la originalidad y, sobre todo, la excentricidad de los actos o, en este caso, de las obras de una persona/artista. Es el caso de numerosas obras de arte que, con un pésimo estilo, gusto o esfuerzo, alcanzan sumas de dinero astronómicas. No pueden faltar en mi crítica clásicos como la obra de arte consistente en una bolsa de basura llena de cartones, periódicos, papeles de Gustav Metzger, o, las vacas en formol de Damien Hirst.
¿Qué valor tiene el arte? El arte mueve sentimientos, sensaciones y produce cualquier tipo de reacción. Parece ser que la sociedad está haciendo un cambio cultural, ¿será la crisis que no permite al espectador tener suficiente espacio en su casa como para exponer la vaca en formol? o ¿será que esa vaca no nos remueve nada salvo asco y estupor? El mundo de la cultura es tan ambiguo que un día la basura puede ser arte y al otro es puede ser el alimento de muchas personas en nuestra nueva sociedad.
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